¿Qué es mejor? ¿La medicina alopática o la medicina alternativa?

El auge de la medicina natural y la tradicional en el tratamiento de dolencias crónicas ha llevado a muchas personas a plantearse la conveniencia o no de someterse a tratamientos alopáticos (aquellos que promueve la medicina «oficial») frente a  los que la medicina tradicional o la medicina natural propone.

Se ha abierto un debate  en el que la visión holística promovida por la medicina natural logra cada vez más seguidores, tanto entre la gente común y entre los profesionales de la salud. Ambos grupos van abriendo su mente a nuevos métodos para recuperar la salud de los enfermos y mejorar la de todo el mundo.

La disyuntiva que plantea este artículo no tiene una respuesta satisfactoria sin superar el antagonismo. Mi punto de vista es que ambas son necesarias y que la respuesta está en la medicina integrativa, un nuevo modelo en el que se abrazan la visión holística y las técnicas naturales/tradicionales y las alopáticas.

Desde la visión de las terapias bioenergéticas o vibracionales, la salud comienza a deteriorarse mucho antes de que surga la enfermedad, y cuando esta se manifiesta no ha de renunciarse a encontrar el remedio más eficaz para devolver la salud. Esa eficacia viene determinada en gran medida por lo avanzado de la enfermedad, la capacidad del organismo para reestablecer su equilibrio natural, y por una sabia comprensión de las posibilidades de cada actuación terapéutica.

Si médicos, terapeutas y pacientes pudiesen colaborar en ese proceso, no me cabe duda que los resultados obtenidos impulsarían un cambio mucho más rápido en el paradigma médico actual. Ese cambio, haría posible un acercamiento más saludable a hacia el enfermo y el sufrimiento que padece, y le proveería de herramientas muy eficaces para mejorar su situación, acaso no pudiese resolverla completamente.